Nebulizadores industriales y humidificación purificante para mejorar la calidad del aire en el trabajo y hogar
El ozono troposférico es un componente hallado en las capas altas de la atmósfera, el cual nos beneficia a todos, al protegernos de los rayos uv. Pero tiene otra faceta de diferente comportamiento al originarse en el nivel del suelo, ya que este al reaccionar con los distintos óxidos de nitrógeno y otros compuestos volátiles de origen orgánico, creará componentes incidentes en el sistema respiratorio de las personas, y más de aquellas alérgicas y similares.
Estamos hablando de cúmulos contaminantes que invariablemente repercutirán en las personas relativamente sanas, y otras con distintas enfermedades. Y si a eso le sumamos la polución interna en la casa y el trabajo, entonces se vuelve un asunto serio. Desde nuestros recintos, debemos propiciar las mejores condiciones ambientales, para la incentivación de un aire puro en todos sentidos, ya sea a través de nebulización o uso de humidificadores y desecantes.
Aun así, el ozono troposférico no es el único componente que, a nivel del suelo, pudiese repercutir en las vías respiratorias. Por ejemplo, el dióxido de nitrógeno, es uno de los principales pululantes del planeta, derivado principalmente de combustiones hechas por el hombre, cuyas altísimas temperaturas permiten la rápida formación y diseminación hacia el medio ambiente, afectando ecosistemas enteros, incluyendo claro está, al mismo ser humano. Las industrias son uno de los principales entes responsables por esto, sobre todo aquellas que no cuentan con los procesos adecuados para la purificación del aire en sus mismas naves o establecimientos. Por ello, se exhortan a estas empresas, a emplear sistemas que ayuden a solventar eso, y a la vez, generar comodidad térmica para sus empleados y colaboradores. En ese sentido, los cañones nebulizadores industriales y mecanismos de humidificación, harán su parte a la perfección.
Evitar problemas de salud con los nebulizadores industriales
De forma general, las partículas sólidas de suspensión, también suponen un problema de salud pública para las personas. Estas en su mayoría se pueden evitar con relativa facilidad, a través de filtros especiales, como los que poseen los ionizadores de aire, purificadores, humidificadores, desecantes o sistemas de ventilación en general. Sin embargo, siempre permean remanencias relevantes, las cuales deben ser erradicadas con otros medios más precisos y avanzados, como los nebulizadores industriales y similares.
El monóxido de carbono -CO-, es uno de los tantos gases de alta peligrosidad sistemática en cualquier organismo vivo, y si este es aspirado de forma importante y por tiempos prolongados de tiempo, las reacciones pueden ser súbitas, desde desmayos o incluso inducción al coma. Este compuesto potencialmente dañino para cualquiera se deriva principalmente de la gasolina y la combustión de madera y carbón. En ese sentido, comunidades cercanas a estas fuentes -que no deberían estarlo-, deberán tener mucho cuidado con las exposiciones, sobre todo en menores y personas de la tercera edad.
Existen muchos procesos de combustión de la industria química, como los generadores de dióxidos de azufre. Estos gases son muy perjudiciales para los pulmones, donde los pacientes al estar muy expuestos, tienen que pasar por cuadros clínicos severos.
Los mecanismos para purificación, se deben usar a cabalidad, para la erradicación de partículas sólidas y los mismos gases. Los ionizadores son parte fundamental, así como los cañones de nebulización industrial, que propician el encapsulamiento de toda esa polución, y más en entornos críticos.
Asimismo, las autoridades privadas y gubernamentales, deben estar al tanto de los niveles de contaminación atmosférica, ya sea en una ciudad o en un complejo industrial cuyas combustiones químicas sean la labor diaria. Por ello, los medidores al catalogar la calidad, habrá una mejor percepción del oxígeno, y las pautas a seguir en caso de que el mismo esté muy viciado.
De acuerdo al índice de AQI, de valores del 0 al 50, la calidad del aire es muy buena. Valores más arriba del 50, la calidad del aire se va deteriorando en escalas aceptables, pasando por insalubres hasta llegar a condiciones atmosféricas de alta peligrosidad, en cuyo caso, los valores excederían los 301 de valor AQI -Índice de Calidad del Aire-.