La cereza proviene de la familia de las rosáceas, cuya familia abarca hasta dos mil especies de plantas, árboles y arbustos. Catalogada como una fruta muy nutritiva con propiedades específicas, las cuales destacan el contenido de melatonina que funciona como antioxidante y ayuda a regular el ritmo cardiovascular, pueden auxiliar en contra de enfermedades cancerígenas, con múltiples vitaminas entre las que están la C y E, entre otras que favorecen la óptima salud cerebral. Y más propiedades beneficiosas para el cuerpo.
Es importante para los agricultores que está fruta llegue en excelentes condiciones al punto de venta, ya que está demostrado que la temperatura y humedad inciden directamente en la textura y el color de este fruto. Posterior a la recolección, es de gran ayuda el uso de refrigeradores para su almacenamiento, pero a veces es imposible que los camiones cuenten con este tipo de acopio para su transportación.
En ese sentido, hay que asegurarse por lo menos que en el transcurso de la transportación estas frutas se guarden dentro de cámaras que eviten la exposición directa al sol y que no contenga altos índices de temperatura, por el contrario, un alto índice de humedad siempre será beneficioso para el producto, por lo que no sería mala idea el uso de algún humidificador portátil en la cámara donde se resguarden.
Temperaturas y humedad óptima para la cereza
Se recomienda que la cereza se almacene en condiciones de humedad entre el 90% y 95% de saturación, esto va a ser trascendental para conservar el color verde de los tallos. Incluso hay un cuadro que especifica la temperatura ideal para las cerezas dependiendo de los días transcurridos, por ejemplo, cuando ya han pasado de uno a dos días de la recolección, entonces este fruto tiene que estar almacenado de 8 a 12 grados centígrados. Si ya van de cuatro a seis días pos cosecha, la fruta tiene que estar guardada entre 4 a 8 grados, cuando pasan a ser de seis a ocho días, la temperatura se debe de reducir hasta los cero grados, cuatro como máximo. Si ya han pasado más de ocho días de almacenamiento, la temperatura se tendrá que reducir hasta los cero grados centígrados.
Es importante recalcar que la cereza no puede estar tantos períodos largos de tiempo en almacenamiento, como máximo hasta 10 semanas, y eso con el adecuado oxígeno (3-10%) y dióxido de carbono (10-15%) y envueltos en un plástico de polietileno.
Si no se siguen adecuadamente las indicaciones pos recolección, en cuanto a la conservación y almacenamiento o envasado, las cerezas van a presentar ciertos problemas en su fisiología.
Problemas comunes pos recolección de la cereza
Moho gris
Muchos agricultores la consideran como la peor afección que puede obtener este fruto, lo más probable es que esta enfermedad se contraiga desde el mismo campo y se desarrolle por completo en el cuarto de almacén. Como síntomas está la presencia de manchas marrones, la cual provocará una acuosidad en la carne del fruto, posteriormente la mancha se tornará aún más oscura.
Alternaria
El tejido de la fruta poco a poco se desprenderá de la carne, esto precedido de la aparición de esporas verdes y hebras blancas.
Pudrición parda
La Monila fructícola y laxa 3 son un par de hongos que originan dicha alteración, primero aparecerá una mancha negra que se extenderá de manera veloz por toda la fruta; una característica esencial de esta enfermedad es la presencia de pelusilla.
Podredumbre azul
El hongo Penicillium expansum hará que la cereza presente una mancha marrón que provocará acuosidad en su tejido, para posteriormente descomponer por completo la piel de la misma. La presencia de moho blanco es un síntoma claro.
Ryzopus
Pudrición por infección similar a la podredumbre azul, las condiciones de temperatura para que se produzca dicha afección es por debajo de los 8 grados centígrados, al igual aparecerán hebras blancas que producirán cabezas de espora.
Cladosporium herbarium
Hongo que hace que el tejido se vuelva seco y muy duro, cuyo color es gris al principio y negro al final, por lo regular las rasgaduras en la piel de la cereza es el detonante de este hongo.
Es trascendental que en cualquier cosecha, sobre todo de un fruto tan delicado como la cereza se tengan bien contemplados los efectos de la temperatura y la humedad. El almacenamiento es muy importante para la óptima conservación de este fruto, por lo que se recomienda tener ciertos sistemas de control de temperatura y saturación en el ambiente, y tal vez contar con algún dispositivo humidificador como ayuda.