El huerto casero no es una moda, es un tema que se está volviendo relevante en la actualidad, cuando estamos
rodeados de alimentos transgénicos, que no hacen nada más que dañar el organismo humano. Si todavía muestras renuencia a construir tu propio huerto, tal vez debas hacerlo poco a poco, para que te vayas animando a cultivar el alimento, con las mismas sobras de frutas y vegetales que usas a diario.
Solo necesitas un mecanismo de humidificación, recipientes, un pequeño espacio, donde de preferencia reciba algo de luz solar, así como ventilación, para que las plantas crezcan lo mejor posible, y ¡vaya que lo harán!; con un poco de disciplina y cuidado, verás las recompensas, que hacen sentirnos mejor como seres humanos sustentables.
Cultivar sobras de betabel con ayuda de humidificador
El betabel es de un sabor especial, aunado a su color atrayente. No solo sabe rico, sino también es muy beneficioso para el cuerpo humano. Para empezar, controla los niveles de glucosa en la sangre. También protege al hígado por sus propiedades de betaína, protectoras naturales de enzimas, proteínas y células. En general, posee muchas propiedades saludables.
- Primero, debes propiciar nuevos brotes de esta remolacha, haciendo uso de su parte superior (donde está la cola). Luego en unos recipientes, se pondrán a remojar por algunos días, hasta que se noten las hojitas de los nuevos brotes.
- Luego, se vuelven a enterrar en macetas o botellas pet, que posean al menos 30 centímetros de profundidad, cuidando de no cubrirlas por completo, para dejar espacio libre al desarrollo de nuevas hojas, que darán vida al vegetal.
- La tierra debe ser suave, hechos con composta. La raíz debe cubrirse con la tierra, para que reciba todos los nutrientes del sustrato. Poco a poco verás cómo se van desarrollando, para su posterior consumo. Para mantener una buena humidificación, podemos usar el dispositivo de humidificación, siempre y cuando tengamos bien controlado el riego de la tierra.
Cultivar sobras de cebolla cambray con ayuda de humidificador
Cuántas veces no hemos disfrutado estas ricas cebollitas como un acompañante de nuestros alimentos, donde son excelentes con las carnes asadas. Las compramos en el tianguis o supermercado, las consumimos y las tiramos como si no tuvieran nada más que ofrecer, pues… ¡incorrecto! Esta verdura puede volver a crecer, para ser comida deliciosa otra vez.
- El primero paso es guardar esa parte de la cebolla donde salen más raíces. De hecho, estas siguen saliendo si las dejamos guardadas por mucho tiempo en el refrigerador; cuando menos nos demos cuenta, ya salieron de más, y las podemos aprovechar para cultivarlas.
- Ahora, hay que rebrotar las hojas. Para que se mantenga bien la cebollita, hay que guardarlas en el refrigerador, porque el calor las daña. Pero, si se necesita que crezcan más rápido, entonces hay que poner esos restos en un recipiente con agua, se verá un rápido brotado.
- La cebollita por sí sola, puede volver a desarrollarse en pura agua, sin embargo, no obtendría los nutrientes naturales de la tierra. Por ello, lo mejor es sembrarlas en macetas, con un sustrato adecuado, sembrando los restos de cebollitas, sin que la tierra cubra las hojitas. Si las mantenemos con esa buena tierra, más una buena humidificación, entonces los brotes seguirán creciendo, para cortarlos, consumirlos, y dejar que las raíces sigan haciendo lo suyo, formando un ciclo de cultivo y consumo verdaderamente sustentable.
Cultivar sobras de albahaca con ayuda de humidificador
La Ocimum basilicum o albahaca, es una hierba aromática milenaria. Requiere de buena humedad, sustrato y sombra; es débil ante las heladas. Este es un ingrediente básico en los restaurantes con alta calidad culinaria. Por lo que tener un cultivo sustentable con sus sobras en casa, sería magnífico. Además, también puede ser usada como planta medicinal, por lo que tiene muchas propiedades beneficiosas.
- Primero, con un cuchillo se cortan 10 centímetros de tallo, justo por debajo del nódulo de la hoja (asegurándonos que no haya flores en tal tallo). Posteriormente, ponemos las raíces en un frasco con agua, para ver el progreso de las raíces, y que tomen luz solar.
- Hay que cambiar el agua cada dos días y remover las hojas que vayan creciendo, para que la albahaca se desarrolle mejor. Luego viene la trasplantación.
- Luego, usaremos macetas o pet, con buena profundidad (al menos 15 centímetros), lo mismo que la anchura. Se requiere una tierra rica en sustratos. Enterramos las raíces desarrolladas. Procuramos tener un buen riego, con un buen humidificador que mantenga fresca la planta. Necesita 6 horas de sol, y el resto de sombra.
