El concepto de la humedad relativa mal empleado en la industria, podría llevar a pérdidas económicas relevantes en los procesos de producción y almacenamiento. Jamás, por ningún motivo, hay que confundir a la humedad general de un determinado espacio, con la humedad relativa, sobre todo cuando se trata de un proceso industrial.
Toda empresa manufacturera o de servicio, requiere de vapor, agua u otros líquidos, como el que provee un nebulizador industrial; a eso se le llama llanamente ‘humedad’. Por otro lado, la humedad relativa no tiene nada que ver con los líquidos o vapores de una instalación industrial, sino con la cantidad de agua en forma de vapor, que usualmente se manifiesta en el aire circundante, que se comparará con la cantidad máxima de agua que se puede mantener a una temperatura dada; esta, puede igualmente ser controlada con el mecanismo de nebulización antes mencionado.
Sabiendo eso, entonces ahora sí se podrá discernir la diferencia de las variaciones térmicas basadas en la humedad, a la real necesidad de neblina para ciertos procedimientos.
Nebulizador industrial para bajar o controlar la temperatura en instalaciones de trabajo
La necesidad del frío atañe a varias razones fundamentales dentro de muchas industrias. Una de ellas, es para evitar el sobrecalentamiento de la atmósfera interna, que sea una amenaza para ciertos procesos de transformación o almacenado; indudablemente, también para el confort térmico del personal laboral y civiles en general. Otra razón de peso, tiene que ver con el rápido deterioro de materias primas bajo los influjos de un calor desmesurado.
En ese sentido, un sistema de nebulización industrial, emitirá finas gotas de agua al medio ambiente, con una eficiencia tal, que opacará a otros sistemas de enfriamiento. Los expertos en climatización, afirman que esta clase de mecanismos, logran sus efectos térmicos favorables de manera rápida y con el menor costo posible. Incluso, dentro de los parámetros económicos y ecológicos, el mecanismo para nebulizar industrial de alta presión, precisa aún de menos agua y electricidad, menos que cualquier otro mecanismo similar en el mercado.
El nebulizador industrial también puede ser empleado para controlar la humedad. Y es que la humedad normal, es capaz de alterar la materia prima y la misma maquinaria disponible para diversos fines. Con la nebulización de alta presión, pero bien controlada, de acuerdo a los parámetros solicitados por la instalación industrial o comercial, se eliminará la problemática de una humedad dañina para el sector.
Nebulizadores industriales para control de olores y reducción de polvos dañinos
Estos sistemas son cada vez más requeridos en plantas de tratamiento de agua. En general, son muy solicitados en instalaciones donde se manejen sustancias con olores muy incisivos para trabajadores de planta, y para vecinos cercanos a dichas instalaciones. En el tratamiento de aguas y residuos, es común que se utilicen compuestos como cloros, aminas, dióxidos, sulfuros, entre muchos químicos más.
Los sistemas de rocío ayudarán a encapsular esas moléculas desprendidas, antes de que siquiera lleguen a evaporarse en el medio ambiente. En el proceso, también serán capaces de mantener la temperatura a niveles permisibles, y así, cumplir con las condiciones de trabajo en cualquier industria.
Los mecanismos de nebulización de alta presión, son ideales para evitar la dispersión de polvos perjudiciales para la salud. Recordemos que las micropartículas de cristales, metales y químicos, arrojan un cúmulo difícil de revertir, una vez que se asientan en el organismo de cualquier persona, sobre todo aquellas que constantemente laboran con ciertos materiales.
Asimismo, la desinfección por vía aérea, es plausible al combinar las pequeñas gotas de agua de los sistemas de rocío, con los productos desinfectantes pertinentes. Esa sanitización, se encargará de higienizar toda clase de superficies, y purificar el ambiente respirable de cualquier instalación proclive a contaminación y alto estrés térmico; solo hay que asegurarse de usar agua desmineralizada o con la menos dureza posible.