Respirar es una función indispensable en el ser humano, pero, aunque todos lo hacemos, hay muchas variantes que impiden que lo hagamos bien y por ello se producen diferentes alteraciones, entre ellas, la falta de concentración y fatiga; un proceso óptimo de respiración mejora el estado de salud, asegura el adecuado funcionamiento de los órganos y en general mejora la calidad de vida. Tener un excelente procedimiento de absorción de oxígeno depende de muchos factores internos y externos; tanto si se tienen enfermedades pulmonares como si cuentan con un humidificador ultrasónico.
Dentro de los factores externos que más afectan a la respiración de una persona se encuentra la humedad que existe en el ambiente; se trata de una variable que pocas personas toman en cuenta al momento de optimizar el entorno pero que resulta imprescindible. Actualmente los hospitales manejan el humidificador sanitizante como método de ambientación para cuidar a los pacientes; es importante que esta medida no se limite a este espacio, sino que haga parte de los espacios de trabajo y vivienda.
Un nivel apropiado de humedad en el ambiente le permite a la mucosa mantenerse mojada con el fin de que sea capaz de atrapar todos los agentes externos y facilitar la absorción del oxígeno; pocas personas saben que el papel de los mocos no sólo es taponar las fosas nasales en caso de que intente entrar un agente infeccioso, sino que impide que la resequedad genere dificultades en las vías respiratorias durante el transporte de aire.
En un entorno demasiado seco, esta mucosa comienza a degradarse y no permite mantener protegido el sistema respiratorio húmedo, lo que causa irritación, parálisis de los cilios, entrada de virus y bacterias, sangrado nasal, entre otras afecciones que podrían solucionarse rápidamente al instalar humidificadores en su oficina, casa o negocio.
Lo ideal es mantener un porcentaje de humedad de entre el 30 y 60%, bajarlo al extremo y colocarlo en 10% sería perjudicial para su organismo y daría lugar a diversas infecciones; por otro lado, si sube al 80% respiraría básicamente agua y generaría un ahogamiento.
¿Cómo mantener ese equilibrio?
Hay diversas maneras con las que se puede mantener la humedad en ese estado equilibrado; la primera es instalar plantas, pero esto requiere de mucho cuidado, tiempo y dedicación por la jardinería, algo que no muchas personas poseen, además, no todos los ambientes son propios para la naturaleza, piense en algunas fábricas. La otra es lubricar las fosas nasales y beber líquidos de manera constante lo que necesita de una rutina específica que no siempre se va a adaptar a los tiempos del espacio de trabajo u hogar.
Por eso, es importante encontrar una solución transversal, que no requiera de ninguna acción de la persona, sino que funcione en un segundo plano con grandes beneficios, en ese sentido, lo mejor es implementar el humidificador ultrasónico, una herramienta que excretan pequeñas gotas de agua en el ambiente que son absorbidas por el cuerpo mediante la respiración y proporcionan un nivel estable de humedad. Estos son algunos de los puntos con los que debe contar para brindar el máximo rendimiento.
- No sólo debe excretar el agua, sino que hay que tener algún proceso de filtrado que se encargue de purificarla y erradicar las toxinas del aire, de modo que al respirar el ambiente no ingresen agentes infecciosos que perjudiquen la calidad de vida del organismo.
- Su sistema de limpieza interna y externa debe ser simple, con el fin de que se permita erradicar todo tipo de hongos y bacterias que se acumulen a su alrededor debido a la presencia de un entorno húmedo que facilita su crecimiento.
- No debe interrumpir la estética del ambiente o alterar el entorno con ruido ya que esto impide la realización de actividades diarias y por ende perjudica la productividad.
¿Qué modelo de humidificador ultrasónico escoger?
En el mercado se incluyen dos modelos: el humidificador ultrasónico y tradicional; este último es uno de los pioneros de esta herramienta y se basa en resistencias que aumentan la temperatura del agua y la convierten en vapor que se libera controladamente al ambiente.
Por otra parte, se encuentra el modelo ultrasónico, el cual funciona en frío, es decir, no necesita calor para liberar las partículas de humedad, en cambio, a través de ondas de sonido imperceptibles al oído se agita el agua al punto en el que se separen entre sí y se liberen las pequeñas moléculas.
En términos de lo mejor para la respiración, el humidificador ultrasónico definitivamente es la opción indicada ya que no requiere de calor, lo que hace que el vapor no esté caliente y genera resequedad y no emite ningún tipo de ruido durante su funcionamiento, lo que la convierte en la elección preferida en entornos como escuelas, bibliotecas, oficinas, centros culturales, entre otros.
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