Para una mejora y buen control en todo sistema de prevención, es fundamental emplear bien todo producto químico destinado a la erradicación total de contaminación y microorganismos de alta propagación. Una tarea dentro de esas agendas, es la auto-desinfección de los mecanismos que se usan para sanitizar o ionizar. Por ejemplo, un nebulizador para humidificación industrial, puede trabajar a la par de un desinfectante, para la sanitización empresarial, así como en espacios públicos y privados.
Pero para la auto-limpieza, se tienen que atribuir otra clase de productos, tal vez el ozono, que es un producto de gran utilidad para higienización bacterial e inactivación de virucidas. Diversos sistemas están en constante riesgo de oxidación inorgánica por metales pesados, manganeso, hierro, sulfuros y nitratos. La oxidación también se podría dar de manera orgánica, a través de pesticidas, herbicidas, detergentes y hasta fenoles; dichas impurezas deben depurarse en todo momento y sacarlos de sistemas aspersores u otros mecanismos que se usan para sanitizar, como nebulizadores y los mismos humidificadores industriales que se emplean en vapor para baño.
Igualmente, la ionización de cobre o plata, en pequeñas cantidades son capaces de eliminar un número masivo de contaminación y microorganismos. No por nada, los ionizadores son muy requeridos en la industria e incluso a nivel doméstico, por su alta eficacia en la erradicación de bacterias y virus.
Es esencial aprovechar la tecnología de la cual se dispone. Por ello, en los sistemas de humidificación industrial u otros mecanismos de aspersión, la autogestión de una higiene en sus propios sistemas, su efectividad radicaría en la utilización de otras tecnologías, como choques térmicos, control para desinfección y pH, eficiente uso del agua, tuberías con aditivos químicos especiales para su higiene, y filtros avanzados como los que tienen carbono activo.
Prevención y control de las tuberías de agua para evitar legionela
Los conductos de agua de una instalación sanitaria, industrial o para albercas, debe tener un estricto control en microorganismos potencialmente peligrosos para el humano. En casi todo tipo de instalaciones, se recomienda una tubería de plástico o PVC, ya sea para ACS o aspersión de neblina a través de humidificadores industriales o nebulizadores.
Este tipo de material es versátil, ya sea con polímeros de polietileno, poliviniles, polibutileno, polipropileno, entre otros. Al menos tienen que cumplir con las normas básicas de rendimiento en cuanto a aguas potables. Sus ventajas más palpables son: -ligereza-, por lo que es adaptable a cualquier instalación, incluidos aquellos para saunas, vapor para baño y cualquier sistema que emplee humidificadores industriales; -montaje sencillo-, ideal para instalaciones que deben mostrar flexibilidad; -higiene-, al menos comparado con algunos materiales metálicos; -no corrosivas-, es decir, no generan corrosión que pudiera representar un riesgo para el agua potable; -precio accesible-, precio competitivo en comparación con cobre y acero.
Maquinarias y mecanismos de sanitización a considerar para una prevención y seguridad en su uso
Unidades transportadas y desplazar la nebulización para abarcar espacios extensos. Los cañones nebulizadores son un ejemplo de ello. Estas máquinas deben estar bajo escrutinio, porque después de todo, funcionan como aspersores desinfectantes, por lo que el agua que emplea, debe ser la adecuada para su diseminación. Aquí también entrarían los equipos de nebulización de ultra bajo volumen.
Humidificadores industriales de presión previa. Estos mecanismos que se usan como parte de la climatización y aplicaciones industriales específicas en diversos sectores empresariales, invariablemente cuentan con la característica de nebulización, incidiendo en la calidad ambiental que perciben trabajadores y civiles. En ese sentido, su manejo y control para mantener sus conductos limpios y libres de microorganismos, es una tarea fundamental para el que esté a cargo de dichos aparatos.
Sistemas para inyectar y dosificar biocidas, hidrolavadoras y equipos de medición de pH y cloro. Todos estos mecanismos que se usan para laboratorios y otros entornos que se supone tendrían que estar libres de todo tipo de agentes, tienen que ser cuidados en todo momento.