Nebulizadores industriales para mejora del oxígeno respirable en entornos laborales
La seguridad e higiene industrial abarcan puntos clave para la detección y control de varios problemas que se pueden suscitar en entornos laborales importantes. El gerente general y los jefes de piso, deben estar familiarizados con esos conceptos muy relevantes. He aquí unos ejemplos claros.
Calidad del aire interior para evitar contaminación
No solo la polución exterior incide en una nave industrial o complejo de edificios, sino también la contaminación de máquinas y herramientas que se emplean en interiores. A eso habrá que añadir si existe un deficiente caudal de aire entre las áreas, y precisamente habrá de checar la ventilación y componentes de extracción, que pudiera poner en riesgo la calidad de aire interior. Todos los factores de contaminación deben ser bien detectados por el encargado del rubro de limpieza y seguridad, y en consecuencia, actuar para purificar el oxígeno respirable, ya sea a través de nebulizadores industriales, sanitización y procesos para mejorar la calidad de aire interior. Si esto se descuida, entonces todos los polvos y gases que se aglomeren, resultarán en problemas de salud para los trabajadores y civiles dentro del edificio, con tos crónica, náuseas y dolores de cabeza, siendo los síntomas más básicos ante tal problemática. Además, no se debe olvidar que la combinación de suciedad y gases, podrían llevar a siniestros, sobre todo en área de máquinas o donde se maneje equipo especializado e inflamable.
La ventilación es preponderante, para garantizar el aire fresco en cualquier zona de trabajo con mucha presencia humana. En ese sentido, el higienista industrial especializado, debe dar su opinión acerca de los sistemas HVAC y sus respectivos filtros, y ver si estos funcionan correctamente o necesitarán de mantenimiento urgente, e incluso, con la posibilidad de renovar estos sistemas, ya sea a través de nebulización industrial como parte de la climatización en naves y edificios.
Control y eliminación de peligros biológicos con nebulizadores industriales y purificadores
Todo microorganismo vivo como hongos, virus y bacterias, pondrán en riesgo la integridad de colaboradores en un entorno empresarial, con enfermedades crónicas y hasta infecciones de consideración. El riesgo es más inherente con personas que laboran con animales y los mismos laboratoristas. Por ello, el higienista industrial junto a gerentes y jefes de piso, deben marcar las pautas para aislar dichos peligros y erradicarlos, a través de excelente ventilación y limpieza purificadora con nebulización o ionización.
Control de humedad y temperatura en naves industriales y edificios
El estrés térmico es otro asunto de relevancia en cualquier entorno empresarial. El encargado de salud y seguridad laboral, debe prever y analizar las áreas más propensas a las altas y bajas temperaturas, así como a sus fluctuaciones derivadas del aire acondicionado, ventilación natural y la misma humidificación. Por ejemplo, en el sector de la construcción, incluso estando al aire libre, la exposición a altas temperaturas, más la contaminación por la naturaleza de las operaciones, dan un combinado muy riesgoso para cualquiera. En estos lugares, es imprescindible la presencia y uso de nebulizadores industriales que refresquen el ambiente y, además, eliminen cualquier índice de polución que signifique un riesgo para trabajadores, sobre todo cuando hay presencia de polvos peligrosos, como metales y la sílice cristalina.
Lo mismo va para esas áreas que son propensas a las bajas temperaturas, donde la calefacción debe estar a punto, para que, en su funcionamiento, propicie el aire caliente y sano que necesita el entorno laboral.
Evitar exposición química
Vapores y gases químicos son siempre de alto riesgo en lugares cerrados. Esto de manera sistemática a través de inhalación pequeña pero constante de dichos químicos, llevará a enfermedades serias. En ese sentido, el encargado de seguridad y salud laboral, debe determinar cuáles son los productos químicos a considerar, y en la medida de lo posible, que le permita a dicha persona, eliminar los químicos más peligrosos, incluso aquellos usados en limpieza a través de nebulizadores industriales o sistemas de sanitización.
