Tratamientos especiales y desinfección de superficies con nebulizadores
Los distintos procesos de sanitización o limpieza, implican etapas específicas, para una seguridad en el uso de aparatos especiales, y la verdadera purificación de espacios, tanto en el aire como en todas sus superficies. Lamentablemente, las crisis sanitarias son una constante en el la humanidad contemporánea.
Después de todo, es lidiar con aspectos de la higiene, que al ser deficientes, pueden convertirse en focos de infección viral o bacteriana, siendo las industrias, ocasionalmente protagonistas de dichos hechos.
Es fundamental que cada empresa cuente con hábitos profesionales de higienización, para seguridad laboral y en su defecto, evitar multas o cierres, resultando en una afectación económica seria para toda una comunidad. Es hora de cambiar la rácana cultura de ‘gastar menos para ganar más’, lo que en muchas ocasiones, resulta en catastróficas pérdidas de dinero, e incluso con incidencias en personas.
Procesos de desinfección de superficies con nebulizadores industriales y tratamientos de proyección
Este es uno de los métodos más importantes, ya que permite una pulverización de neblina con agentes desinfectantes, para la limpieza profunda de superficies previamente tocadas por personas. Los aparatos usualmente empleados en dicha tarea, son los mecanismos de nebulización, o en su defecto, se utilizan dispositivos normalmente vistos en espacios verdes.
El técnico encargado de la desinfección de espacios, debe establecer superficies y atmósferas de riesgo, en los cuales puede haber más susceptibilidad para la proliferación de partículas pululantes o microorganismos. Ya bien definidos esos puntos focales, es como se logrará sacar provecho cabal de los sistemas nebulizadores industriales, mediante el rocío desinfectante.
Sanitización manual en puntos focales de infección
Este proceso es sumamente necesario añadirlo a programas de desinfección total. El uso de equipo especial para nebulización de espacios es significativo, e igualmente es esencial la limpieza localizada, con elementos más manuales, usualmente usados por personal base de limpieza. En esta actividad, habrá que utilizar los virucidas más adecuados, dependiendo del criterio del especialista.
Por lo regular, los puntos de contacto más relevantes son aquellos constantemente tocados por trabajadores o civiles. Por ello, manijas, puertas, ventanas, interruptores, teléfonos, barandillas, entre otros, deben ser limpiados a conciencia. Elegir el mejor método de desinfección, depende enteramente de la naturaleza de superficies, estructura de un edificio y las actividades que se hagan en el mismo.
Es normal que en algunos lugares, la desocupación de edificios ante una eventual crisis sanitaria virulenta o bacteriana, sea normal, reanudando actividades hasta pasada una semana, porque de acuerdo a investigaciones científicas, los siete días suele ser el rango natural para la vida de algunos virus, aunque eso puede variar dependiendo del tipo.
Esta clase de situaciones propicia caer en una renuencia por la desinfección de dichos lugares, pareciendo de poca utilidad ejecutar el plan de limpieza profunda. Sin embargo, ante la creciente crisis, lo mejor es tener certeza en la seguridad empresarial; lo mejor es no subestimar el efecto tranquilizante de la sanitización con nebulizadores industriales, para personal laboral, civil y los mismos clientes.
Sea cual sea la decisión tomada, no debemos perder de vista el simple hecho, de las posibilidades de rebrotes que se suelen dar en los mismos recintos, cerrados previamente y puestos en cuarentena. En ese sentido, es necesario planificar y gestionar procesos periódicos de higienización, porque resultan la barrera más primaria contra los sucesos pandémicos que implican virus y bacterias; el uso de mascarillas y otros equipos de protección resultará igual de relevante.
La planificación de desinfección ahora más que nunca, debe formar parte inherente de los procesos empresariales e industriales, mediante manejos de CRM u otros sistemas, para las mejores implementaciones periódicas, incluso si no se cuenta con un personal especializado o cualificado de planta; al menos a esta fuerza laboral, se le debería de proporcionar la información necesaria, así como las herramientas pertinentes para una sanitización básica, a través de nebulizadores industriales u otros mecanismos de neblina desinfectante.
