Mejorar la calidad ambiental en interiores residenciales, comerciales e industriales, es una tarea titánica, la cual, los sistemas de humidificación han sabido solventar de manera impresionante, incluso más que el mismo aire acondicionado. En ese sentido, es fundamental cuidar de forma integral estos mecanismos, ya que representan una mejora en los procesos y la economía de cualquier ente de trabajo. De hecho, está demostrada la alta practicidad y ahorro energético que implica tener un humidificador industrial, ya sea para el confort térmico y para facilitar cualquier proceso laboral.
Riesgos dañinos en el humidificador industrial por deficiente mantenimiento
Los depósitos mineralizados suelen ser un problema serio en sistemas de calderas, y algo similar puede pasar en un dispositivo de humidificación. Es importante que cada tanque cuente con agua libre de durezas, ya sea para humidificar o en tareas de sanitización industrial.
Precisamente, los cilindros son el objetivo principal de los depósitos minerales, por ello, algunos se diseñan con galvanizado en sus componentes para evitar esos sucesos, inclusive algunos cuentan con filtros especiales para maximizar la vida útil de estos, pero, invariablemente el fenómeno de la corrosión por la misma mineralización del agua, es algo casi inevitable al 100%; todo dependerá de los mantenimientos periódicos ejecutados.
Algo que también dificulta la buena conservación de un sistema de humidificación, es la eventual corrosión en los electrodos del aparato. No cuidar ese detalle disminuirá la vida útil de los cilindros. Por ello, se debe tener en cuenta el tipo y frecuencia de uso que se le va a dar al sistema, y mediante eso, prever los mantenimientos y consumos promedio mensuales. Asimismo, es preponderante cuidar la calidad en el suministro de agua.
Obviamente, los humidificadores industriales inteligentes y más avanzados, cuentan con sistemas de alarma puntuales para detectar la mínima concentración de depósitos minerales, a fin de evitar una aglomeración en tanques y demás componentes. Otros modelos, además pueden contar con algún mecanismo para deshacerse de las espumas que se vayan generando. El dispositivo más básico, debería contar con un proceso eficiente en el desagüe de concentraciones salinas en el agua, con una operación de tal drenaje de forma automatizada.
Algunos sistemas para humidificar, sobre todo aquellos operando a base de electrodos, requieren mantenimientos específicos en cada una de sus partes. En específico, el que precisa de un reemplazo cada cierto tiempo, viene siendo el cilindro generador de vapor. Y otra vez, los reemplazos serán tan frecuentes como el agua entrante incida en el mismo sistema, es decir, entre más sucia y salina sea el agua distribuida, entonces los cambios serán mucho más frecuentes.
Por otro lado, están aquellos componentes necesitados de chequeos anuales exhaustivos, como bombas y válvulas, los cuales podrían llegar a sufrir de algunas incrustaciones. De ser así, los técnicos especializados deberán de remover tales impurezas, pero de manera manual, sin usar aire comprimido.
Igualmente, los tanques y circuitos hidráulicos tienen que revisarse. Los distribuidores y condensadores, suelen manifestar algunas obstrucciones en sus respectivas salidas, en ese sentido, es esencial checar todos los conductos, para un favorecimiento de la condensación.
Los sensores de humedad en el humidificador industrial también suelen tener sus detalles. Los encargados de su mantenimiento, deberán calibrarlas con los parámetros correspondientes, siempre cuidando de no utilizar elementos que lleguen a dañar directamente a los mismos sensores, a la hora de limpiarlos; prohibido el uso de solventes industriales o aire comprimido para dicha tarea.
Las actividades de mantenimiento son muy importantes, y más en un ámbito de salud, donde se involucren hospitales, clínicas, nosocomios, casas de retiro, guarderías, entre muchos otros espacios específicos. Después de todo, un sistema de climatización, como aire acondicionado, ventilación y desde luego, la humidificación, representan un riesgo de propagación de bacterias, como la legionela, si es que sus aparatos no son bien revisados, limpiados y mantenidos.