Historia de los invernaderos
Es importante conocer un poco de la historia de los invernaderos. Los primeros invernaderos de horticultura fueron construidos alrededor de 1850 para el cultivo de uvas. Se descubrió que el cultivo en invernaderos con calefacción y con el más alto nivel de cristal incrementaba el rendimiento, las plantas crecían más rápidamente cuando se les daba más luz y cuando el entorno cálido era constante.
Al hablar de invernaderos, pensemos en un lugar estático, lleno de vida, lleno de oxígeno, destinado a la producción de cultivos, dotado de una inmensa plaga de plantas que permiten dar oxigeno al ambiente que las rodea, hablamos de los invernaderos, lugares que anteriormente se les daba el nombre de: estufa fría.
Los invernaderos están cubiertos por vidrio o plástico. Producen un efecto por medio de la radiación solar, esto es que, al atravesar un vidrio calienta automáticamente los elementos que se encuentran dentro de, a esto se le conoce como: radiación infrarroja, es un efecto que provoca reacciones mucho más altas que las solares y su calentamiento es extremo a tal grado que sobrepasa el nivel de calor.
El hecho de que un invernadero este cubierto ya sea por vidrio o plástico tiene sus ventajas. Este tipo de materiales permiten nivelar las frecuencias de calor, aun siendo altas temperaturas, solo es cuestión de saber mantener el lugar a temperaturas considerables, y te preguntarás ¿Cómo? Se supone que por ser espacios que necesitan temperaturas estables, requieren de ventilación. En las partes extremas de los invernaderos hay ventanas o espacios por donde puede entrar aire del exterior y que permita mantener una temperatura estable en el interior.
Son lugares a los cuales se les debe de tener mucho cuidado y atención. Hay que regarlos continuamente, si no el oxígeno se va eliminando y aún más, cuando las temperaturas son demasiado calientes. Así como hay que tener cuidados en tiempos de calor hay que tenerlas en periodos de invierno, porque es más propenso a que las plantas se marchiten por el frío, ya que las plantas necesitan y se alimentan más de calor (a temperaturas deseables). El frío lo único que hace es que las va secando y no tienen el suficiente oxígeno para alimentarse.
Para qué sirve un invernadero
Ahora bien, mucha gente se ha de preguntar ¿Un invernadero en que me puede beneficiar o para que me sirve? Si analizamos un poco la crisis económica y el alza de precios a los productos, observamos que existe una gran desestabilización. Actualmente, nos vemos emergidos en problemas tanto económicos como sociales y culturales en el país. ¿A que voy con esto? Los invernaderos nos permiten cultivar legumbres, verduras, frutas. Nos beneficia a tal grado que nos olvidamos de comprar productos como el frijol, el jitomate, el chile, el maíz, la cebolla, el trigo, el arroz, etc., productos básicos que son indispensables en nuestra canasta básica. Las plantas nos dan ese privilegio y podemos mantener nuestra economía estable, además, podemos brindar beneficios a más gente, ya sea dándole trabajo para cuidar los invernaderos y vendiéndoles de la misma cosecha a bajos precios.
Es por eso que a un invernadero actualmente se le da el nombre de: Construcción Agrícola, porque es una estructura que permite y beneficia a la gente gracias a sus cultivos.
Ahora bien, los productos que se pueden majerar para una mejor utilización, una mayor producción y un buen mantenimiento en los invernaderos son: hierro y vidrio. Son 2 componentes que hacen del invernadero una construcción de gran resistencia y longevidad y que logra como resultado final una estructura de gran peso, lo que hace que con el paso del tiempo, ese peso propio de los materiales, desvirtúen la forma inicial de la estructura del cobertizo. Se pueden manejar otro tipo de materiales, ya que el hierro es muy caro, por lo tanto puede sustituirse por aluminio y en vez de vidrio, plástico. Ambos cumplen la misma función que el hierro y el vidrio, en lo que varía es que son menos pesados y obviamente que hay más facilidad para que los rayos de calor entren con más fuerza.
